martes, 24 de mayo de 2016

Son pocas las almas que meditan Mi Pasión con verdadero sentimiento


En el número 737 del Diario de Sor Faustina podemos leer el siguiente reclamo de parte de Jesús: "Son pocas las almas que meditan Mi Pasión con verdadero sentimiento".

Y este es un justo y verdadero reclamo que con todo derecho nos hace Jesús por medio de Santa Faustina, ya que la inmensa mayoría de los que decimos amar a Jesús, solo nos conmovemos poco y agradecemos mucho menos el precio altísimo que Jesús pagó por nuestros pecados con Su dolorosísima Pasión y Muerte.

Además de sufrir por nuestros pecados, ya que El ninguno tuvo, sufrió y sufre por nuestra falta de entrega y amor para con El.

¿Tenemos derecho de hacer sufrir a Dios?, no, no tenemos ningún derecho, ya que El decidió hacernos hijos del Padre Eterno y merecedores del Reino de los Cielos por Su entrega de Amor, un Amor que no tiene igual, por consecuencia mas que hacerle sufrir deberíamos dedicar nuestras vidas para agradarle de todas las formas y maneras posibles.

Sin embargo, durante todos estos siglos Jesús está buscando almas en todo el Mundo, que meditando Su Pasión con verdadero sentimiento, sirva este acto de Amor de parte nuestra para salvar a los miles de millones de pecadores del fuego eterno del Infierno.

Seguramente nos costará comprender esto, pero para entender este Misterio Divino, Jesús nos invita a ser unos con El, viviendo en nuestros corazones Su Pasión, clamando al Padre Eterno Misericordia por los Méritos de la Pasión de Jesús.

Así, por medio de la Coronilla a la Divina Misericordia se procede a esta unidad con Jesús, ya que rezando la fórmula que el mismo Jesús dictó a Sor Faustina, nosotros, indignos, por Jesús nos volvemos dignos ante el Padre Eterno ofreciéndole el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de Su amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo para propiciar la Misericordia para el Mundo entero.

Debemos comprender así mismo, que al rezar con devoción esta Bendita Fórmula, meditamos con sentimiento la Pasión de Jesús.

De nada sirve rezar la Coronilla como cotorras, apurando cada cuenta del rosario para terminar cuanto antes, el acto de Amor verdadero debe hacerse pausadamente, pensando en cada una de las palabras que mencionamos al momento de rezar.

Recuerda siempre, quien reza con prisa no reza, solo repite.

Dios este contigo!!
Juntos consolemos el Corazón de Jesús.




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